Arancha Pinar es licenciada en Administración y dirección de empresas y está especializada en Consultoría y Gestión de Procesos de Desarrollo Organizacional. Inició su recorrido en la Asociación Española de Fundaciones Tutelares (AEFT) en el año 2003 y en la actualidad está al cargo de la dirección y gerencia de la Entidad. Durante sus años de trabajo en el movimiento asociativo ha sido parte activa del crecimiento y la maduración de la AEFT. Como testigo y protagonista de dicha evolución, Arancha Pinar nos cuenta en la siguiente entrevista los hitos más importantes de esta trayectoria y los retos de futuro a los que se enfrenta la Asociación.
Arancha Pinar, Directora de la Asociación Española de Fundaciones Tutelares
Entre nuestras nuevas líneas de trabajo destacan la mejora de la accesibilidad y la participación en el proceso de la toma de decisiones
La Asociación Española de Fundaciones Tutelares nace en 1995 con la misión de “mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo ofreciendo servicios y recursos al alcance de las Fundaciones Tutelares, de las familias y de la sociedad en general. Como directora de la AEFT desde hace más de 10 años, ¿cuáles considera que han sido los pasos más importantes para dar cumplimiento a este objetivo?
Son varios los pilares sobre los que se ha ido desarrollando el trabajo de la Asociación. Destacaría el alto grado de compromiso y generosidad por las personas que forman parte de esta Organización, en el que el apoyo mutuo y el intercambio de experiencias ha favorecido el desarrollo y fortalecimiento de la AEFT y las propias Fundaciones Tutelares.
El Modelo de Tutela de la AEFT es fruto del aprendizaje de los más de 30 años de experiencia de nuestras Fundaciones Tutelares
Cuando la Asociación Española de Fundaciones Tutelares nació en el año 1995 tenía un claro papel que cumplir, y era el de crear espacios de encuentro entre los profesionales, patronos y personas voluntarias donde ir generando una visión compartida sobre cómo debía ejercerse la tutela para la defensa y mejora de la calidad de vida de cada una de las personas con discapacidad intelectual que apoyaban. Fruto de estos espacios, y de la experiencia que iban acumulando las Fundaciones Tutelares en el desempeño de sus tareas, fueron surgiendo documentos que recogían y guiaban sus actuaciones.
Del trabajo de estos primeros años cabe destacar el documento de la “visión sobre la incapacidad y la tutela” que ya en el año 2004 recogía una serie de principios éticos sobre los que cualquier Fundación Tutelar debería desempeñar su tutela. Nuestra forma de entender la tutela y los apoyos que debemos prestar ha ido evolucionando con el transcurso del tiempo y ha dado lugar al actual “Modelo de Tutela”, que es fruto de todo el aprendizaje de los más de 30 años de experiencia de las Fundaciones Tutelares.
Uno de los lemas de la AEFT es “estar unidos bajo el Proyecto Común, con apoyos y servicios, de manera participativa”. ¿Cómo ha sido la coordinación de todas las piezas que conforman el movimiento asociativo?
El fomento del apoyo mutuo, la cooperación y colaboración entre todas las personas son el punto de partida que permite el desarrollo del Proyecto Común. Para esto ha sido clave la participación y el sentido de pertenencia de todas las Fundaciones Tutelares. Así, la participación es un eje básico de trabajo y desarrollo, asegurando que la cultura organizativa se transforme y se adapte a las necesidades y expectativas de las personas con discapacidad intelectual, de las Fundaciones Tutelares y de la sociedad en su conjunto.
Para la coordinación de todas las piezas es clave la existencia de grupos de trabajo formados por profesionales de las Fundaciones Tutelares y que, desde su compromiso con el bien común, desarrollan y ejecutan proyectos de interés para todos. Destaca el Grupo de Trabajo Técnico, formado por cinco gerentes de Fundaciones Tutelares, que desde el nacimiento de la Asociación ha guiado nuestra actuación.
Uno de los grandes logros de la Asociación fue la elaboración y publicación del Modelo de Tutela en el año 2012. ¿Qué ha supuesto este hito para la AEFT? ¿Y para las Fundaciones Tutelares?
Este documento es fruto del aprendizaje y la experiencia adquirida desde que en 1983 las Fundaciones Tutelares empezaron a apoyar a las personas con discapacidad intelectual, atendiendo el mandato judicial. Nos sentimos muy orgullosos de este trabajo, porque supuso recoger en un documento toda la labor y buen hacer que las Fundaciones Tutelares venían desarrollando y hacerlo visible al entorno. El Modelo de Tutela orienta las estrategias de intervención y consensúa principios éticos y criterios profesionales para todas las Organizaciones que forman parte del Proyecto Común, desde un compromiso con la Calidad y la Ética.
Además de este trabajo, en el año 2014 la Asociación presentó el “Manual de procesos claves del Modelo de Tutela”, que concreta un sistema de gestión de los procesos críticos de la tutela a través de la identificación, definición y documentación de los procesos, procedimientos e indicadores de evaluación mínimos comunes; de manera que cualquier organización que forma parte de la Asociación no solo dispone de un modelo teórico que orienta la intervención sino que, también, de herramientas prácticas que guían y permiten la puesta en marcha de ese modelo con unas garantías mínimas de calidad.
Nuestros modelos de trabajo reflejan nuestro compromiso con la Calidad, la Ética . Todo ello en línea con la Convención de la ONU sobre los derechos de las Personas con Discapacidad
Estos dos documentos nos sitúan como entidades de referencia en el ámbito de la tutela, por nuestro compromiso con la Calidad y la Ética y por el alineamiento con los principios marcados en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Desde la Asociación siempre se considera que el cariz personal de los apoyos profesionales que ejercen las Fundaciones está cubierto por las personas voluntarias que con ellas colaboran. Este hecho fue reconocido por el Ministerio de Sanidad en 2013 al otorgar a la AEFT el Premio Estatal al Voluntariado Social, ¿en qué se diferencia el tipo de voluntariado que promueve la Asociación respecto a otros?
En ser un voluntariado de persona a persona, en el que se crea un vínculo entre la persona voluntaria y la persona con discapacidad intelectual de manera individual y que perdura en el tiempo. Este tipo de voluntariado se distancia del voluntariado juvenil vinculado a actividades de ocio grupal, que es el voluntariado más habitual en las asociaciones.
Desde las Fundaciones Tutelares teníamos claro que si nuestro trabajo se centraba en cada una de las personas con discapacidad intelectual que apoyamos, el voluntariado también debía ser individualizado en base a las necesidades y expectativas de cada persona. Así, pusimos en marcha el “Programa de captación y consolidación del Voluntariado Tutelar” con muy buenos resultados, tal y como avaló el Ministerio al otorgarnos el Premio Estatal de Voluntariado.
Como broche a las dos décadas de trabajo de la AEFT, en el año 2015 se pone fin al I Plan Estratégico de la Entidad. ¿Cómo calificaría este periodo?
Para la Asociación ha sido muy beneficioso haber apostado por la elaboración de un Plan Estratégico que nos ha guiado en estos últimos años. Nos ha orientado y dado rumbo al trabajo que hemos desarrollado, y hemos obtenido resultados tan importantes como el desarrollo del Modelo de Tutela y la mejora de nuestro posicionamiento en el entorno, ofreciendo a la sociedad la capacidad y oportunidad de aumentar su consciencia sobre la realidad de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo que carecen de apoyos familiares y que cuentan con el apoyo de las Fundaciones Tutelares para velar por su bienestar y mejora de su calidad de vida.
Tras el cierre de una etapa, toca sentar las bases para otra que ahora comienza. A partir de 2016, y con el II Plan Estratégico en mente, ¿a qué líneas de actuación se le darán continuidad desde la Asociación?
En este nuevo periodo deberemos seguir avanzando en la reflexión y mejora del trabajo de las Fundaciones Tutelares al amparo del artículo 12 de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad; defendiendo el derecho a que puedan tomar sus propias decisiones y a que, aquellas personas que lo necesiten, cuenten con los apoyos necesarios para tomarlas en igualdad de condiciones que cualquier ciudadano. Esto nos lleva a desarrollar, como otras de las líneas de trabajo, la mejora de la accesibilidad, comprensión y participación en el proceso de tomar sus propias decisiones y la propia defensa de sus derechos.
Entre nuestras nuevas líneas de trabajo destacan la mejora de la accesibilidad, la comprensión y la participación en el proceso de la toma de decisiones
Por otro lado, deberemos mejorar nuestra presencia en el entorno. Para esto será necesario mejorar nuestras alianzas con el entorno, así como desarrollar planes de incidencia política y social que hagan visible la realidad de las personas que apoyamos y exijan la corresponsabilidad de todos los agentes implicados. Son muchos los retos que todavía nos quedan por conseguir y, desde la Asociación Española de Fundaciones Tutelares, no dejaremos de trabajar para contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y a su inclusión, como ciudadanos de pleno derecho en una sociedad más justa y solidaria. Y lo seguiremos haciendo a través de la participación de todas las Fundaciones Tutelares asociadas y del trabajo en red con otros agentes del entorno.
aquí.
Entrevista extraída del libro conmemorativo de la AEFT, consúltalo
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