Tras más de cinco años, los y las profesionales del área social de las entidades de la red Liber, se encontraron de nuevo de manera presencial para reflexionar conjuntamente acerca de los nuevos retos del sector de la prestación de apoyos a personas con discapacidad intelectual.

Estas son las conclusiones del encuentro que sin duda repetiremos ya que el 100% de los y las asistentes encuestados lo consideran necesario. 

Conclusiones del XVII Encuentro del Área Social de la red Liber

Los y las profesionales del área social de las entidades de la red de Liber, valoran positivamente la Ley 8/2021.

Son muy conscientes de que supone un gran paso adelante en el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad y aplauden este nuevo paradigma.

También son conscientes de que este cambio normativo viene, en gran parte, a reglamentar maneras de hacer que ellos y ellas ya venían implementando en sus entidades de apoyo.

Por otro lado, comparten grandes inquietudes acerca de lo que verdaderamente significa la puesta en práctica de la nueva norma. Perciben y sienten desconcierto e incertidumbre en su contexto laboral, traducido en:

  • Dudas acerca de lo que está ocurriendo en las propias personas apoyadas: ¿ya no me van a apoyar? ¿por qué he de volver al juzgado? ¿ya no voy a tener ayuda económica? Se habla de revisión de sentencia, pero, ¿y yo? ¿tengo una sentencia? ¿ya se ha revisado? ¿Qué significa que ya no tengo un tutor o tutora?
  • Miedo en las familias: ¿mis hijos o hijas quedan desprotegidos?
  • Recursos asistenciales / residenciales que no abandonan el paternalismo y exceso de control de las personas apoyadas.
  • Operadores jurídicos que desconocen las medidas.
  • Contexto amplio (banca, ámbito educativo, sanitario, etc.) que desconoce las medidas y por lo tanto, las incumple.

Para paliar esta situación, solicitan se lleven a cabo acciones informativas y formativas dirigidas a todos los agentes implicados, que, como sociedad, nos permitan caminar en la misma dirección.

Necesitan tiempos, espacios de reflexión para incorporar e interiorizar lo que ahora se requiere de ellos y ellas.

También piden una reducción de los ratios, así como homogeneidad por regiones. Deben seguir apoyando y compartiendo su tiempo con las personas a las que apoyan, incluso más ahora, ya que dar espacio a la toma de decisiones, significa ser menos directivo o directiva. Dejar hacer requiere respetar los tiempos de la persona apoyada.

En definitiva, la Ley supone mejoras, pero también trae aparejada incertidumbre, dudas, necesidad de reciclaje, de reinvención profesional. Esta coyuntura significa que los equipos del área social necesitan ser cuidados, valorados como profesionales, formados, respetados y visibilizados. De que cumplamos o no con estos requisitos, dependerá, en gran medida, el éxito o fracaso de la implementación de la Ley 8/2021.

Para saber más, consulta el informe completo del encuentro, en el que encontrarás las propuestas, retos e inquietudes compartidas por los equipos de intervención social de las entidades de la red. 

Este encuentro ha sido posible gracias a la co-financiación de Fundación Once y del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

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